El Sótano de Pinocho

07 de Julio de 2007

En vías a presentar una propuesta gráfica (algún día) a la municipalidad de San Isidro, necesitábamos hacer unas tomas en el parque del Olivar. El punto de reunión era la biblioteca municipal ubicada en el citado parque, donde también ese día y a la misma hora se presentaba la obra teatral "Pinocho".

Cuando llegue, a las 3:00 p.m., Lucho ya estaba allí; mientras esperábamos al resto de cofrades, nos pusimos a conversar recostados en la baranda de las escaleras que llevan al auditorio ubicado en el sótano, donde se presentaba la obra de teatro. Escalones mas abajo, en el hall del sótano; gran ajetreo, actores y encargados de la producción corrían de un lado a otro haciendo los últimos arreglos antes de salir a escena.

Poco a poco fueron llegando los demás cofrades; Jorge, Pilar y Arturo, cámara en mano, se sumaban a la reunión en la enbalconada baranda; faltaba Paul que tenia una reunión de trabajo, pero había prometido darnos el alcance;

- aló, Paul?.. ya vienes?... que todavía no terminas... que?, la botella?

Visto desde abajo, la silueta a contraluz de cinco fotógrafos recostados en la baranda con todo el equipo gráfico al hombro y a la vista, llamaba la atención del publico que iba llegando al teatro. No se si los demás escucharon lo mismo que yo, pero en un momento de gran ajetreo, uno de los actores, que asomaba la cabeza desde el sótano, grito con una voz que denotaba entusiasmo a sus compañeros de tablas;

- Apúrense!.. no ven que ya llego la prensa!

Unos minutos después nos encontrábamos a la espalda del teatro fotografiando la pileta del olivar y por los pequeños tragaluces del sótano que dan hacia el parque, logre escuchar el consabido grito de todo elenco antes de salir al escenario, solo que esta vez se escucho mucho mas fuerte, fue un gran y sonoro.... "MIERDA !!!" cargado de entusiasmo que espanto a mas de una habitual paloma que concurre a la pileta para refrescarse y escandalizo a igual numero de niños y ancianos que acuden al lugar a distraerse.

Supongo que tanta alegría se debia a que estaban seguros de que al correr el telón no solo encontrarían a su publico, sino también a cinco "reporteros" cubriendo el evento, que seguramente por su esfuerzo y calidad merecía tal atención, pero era una atención que resultaba inusual aun en los mas grandes eventos culturales de este no muy culto país.

Que puedo añadir, no tengo idea si se llevaron alguna desilusión, pero como decía Cesar Vallejo; "hay golpes en la vida..."