Miraflores, Mirafoto y Mirabus
Si bien yo me animé a ultimo momento; a las 7:30 p.m. ya estábamos todos presentes y puntuales!, salvo por... bueno, Fabiola!; su religión le prohibe ser puntual (no hay otra explicación). Mientras esperamos el "Mirabus", sin mayores novedades, empieza el muy oportuno reparto y consumo de las raciones de café y pisco (gracias Mara).
Las 8:00 y el Mirabus no llega, uhmmm.... comienzan las sospechas!... no hace mucho, en el mismo lugar.... en fin!. Gloria, muy enérgica, toma un celular y comienza a hacer llamadas, mientras discute por el teléfono, su rostro se pone cada vez más serio, los demás la miramos buscando alguna señal esperanzadora, salvo José; muy preocupado, al que con cada llamada y cada minuto que transcurría se le hacía un nuevo nudo en la garganta (Gloria, en su apuro, sin darse cuenta había tomado su celular).
La mala noticia no tarda en llegar; a pesar de lo pactado con anticipación y formalidad, el Mirabus había recogido un grupo de turistas por el camino y nos había dejado plantados sin mayores explicaciones. La informalidad se ha vuelto una formalidad en estos días! y esa esquina del parque, frente a la iglesia... está salada!
Rita no se amilana, en busca de soluciones cruza la calle empedrada y se dirige a una Van que transitaba por ahí:
-Oiga, no le interesaría....
-No señora!, nosotros traemos el buffett para el matrimonio!
Transcurridos el tiempo, el café y el pisco; resignados, decidimos irnos a Larcomar; a visitar nuestra propia muestra fotográfica y tomar un café. Llegamos en tropel con equipos al hombro, e invadimos la sala; felizmente no habían muchos visitantes, así que... nos pusimos a hacer lo que no habíamos podido hacer el día de la inauguración; Tomar fotos de nuestras fotos!, Tomarnos fotos con nuestras fotos! y del vídeo de nuestras fotos!.
También aprovechamos para leer con calma el libro de visitas de la exposición... Crónica aparte merecen todos los comentarios que nos ha ido dejando el público en este libro; hay de todo!; halagos, críticas, sugerencias, opiniones; desde los muy formales y ceremoniosos hasta consignas de las barras bravas, pasando por las infaltables declaraciones de amor, grafitis y propaganda de todo tipo.
Hay algunos con gracia:
"... y espero que sigan así: sin cobrar la entrada!"
No faltan los despistados:
"... y gracias por traer sus fotos al Perú"
"No la vi toda, nada en verdad. Pero me gustó, muy linda y decorativa"
"yo quiero a mi mami""Sin palabras"
El Marketing:
"... yo soy la modelo que aparece en las fotos de..., Hago modelaje para dibujo , pintura, escultura y fotografia; puden llamarme al telefono..."
La jerga y sus jeroglíficos:
"wena! ta q Chvre won!"
Las críticas:
"no me gustó, no me gustan las fotos""los perdono por hacer esto"
Una misteriosa confesión/nota homicida (?):
"... quiero dedicar esta fascinante e inolvidable visita a mi hijo (Q.E.P.D.) a quien cegué la vida hace seis años, por motivos de fuerza mayor. Cuando esté contigo en el cielo, allá pronto, te cuento!"
Todos estos comentarios sin excepciones, son bienvenidos, pues forman parte del anecdotario y testimonial de la muestra y reflejan los sentimientos y reacciones que despiertan nuestras fotos en cada uno de los visitantes.
Retomando el relato; a estas alturas de la noche, suena un celular, es de Luis...
aló? sí?... ah! es Fabiola! Dice que ya se le hizo tarde! (plop)
La tertulia y las fotos continúan un rato más hasta que...... algunos se marcharon a casa, otros en busca de un cocktail de algarrobina... Cecilia y yo nos fuimos tras un café.
Carlos
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